Mar 31, 2010

Elevo el vuelo

Puerto Rico
Marzo 2010

He alzado mis alas de nuevo, como una gaviota emprendí el vuelo y alcance las nubes. Hoy es diferente. Los cielos he surcado, entrando y saliendo de pueblos con fuentes y palomas, he bebido agua de Ríos y cascadas, de manantiales y mares; salada se ha convertido. He Conocido gaviotas y palomas, cuervos y zopilotes; surque los cielos al lado de Águilas y colibris. Hoy es otro día. Una Luna ha pasado y mis alas he levantado. Hoy entre mis alas puedo ver a lo lejos el reflejo del amanecer sobre el agua. La tierra ha quedado tras de mi y un nuevo horizonte se abre delante de mi y el viento salado me recuerda un tiempo de alegría y descubrimientos. Dos gaviotas se separan en el vuelo, una se va al mar y la otra regresa a la aridez de la tierra seca, a una ciudad de viejas grandes murallas protegidas por palmeras.
Un vuelo mas y hoy me quiero quedar. Entre mis alas puedo ver el ultimo reflejo de tu cara mezclandose en el horizonte iluminado por un sol naciente, mi ultimo recuerdo ...

Mar 28, 2010

El Mar te ha reclamado

Gilligan's Island, Guánica, Puerto Rico
Marzo 2010



El viento sin pensarlo me llevo a ti, me lanzó al azar y caí con ímpetu, con la rapidez de un relámpago que ilumina una ciudad vieja, casi mágica llegue a tí. El tiempo no fue suficiente para pensar, solo para sentir; solo sentir tu rostro existiendo en mi universo pequeñito. Un regalo mísero que disfruté con la mayor pasión que he sentido, tiempo engañoso, pero al fin tiempo prestado. Lo tuve que regresar una vez y reclamarlo de nuevo otra, un juego de niños que nos hizo caer en una trampa sin salida; dos mundos una sola vida y una sola mente. Ni el destino pudo jugarnos la broma, un desafío sin límite que el mar nos hizo retarlo una y otra vez. Lo vencimos y nos venció, un cadena sin fin, sin límites como la inmensidad del oceáno fundiéndose en la noche abrumadora de nuestros sueños mortales. Simples mortales nos hemos convertido en juguetes de algo mayor que no podemos comprender, tan solo aceptar y vivir con la mayor pasión posible.
Hemos retado al mar y tenemos que pagar con sangre nuestra insolencia. La ilusión de un sueño como una ola se terminó, chocando violentamente contra un acantilado de piedra puntiaguda. El dolor es un tanto más resistible hoy. Una vez más el mar me ha reclamado tu figura y la tengo que devolver sin más. Tengo que abrir mis brazos y devolverte al que me ha concedido un deseo a medias. Los abro y los vuelvo a cerrar con rapidez, en vano ... Veo tu ténue silueta desvanecerse entre los manglares hacia la inmensidad del oceáno. Cierro mis ojos ...

Mar 21, 2010

Ventanales Coloniales

Ponce, Puerto Rico
Marzo 2010


El sol abrasador del medio dia me regala su luz para tomar mis fotografías, pero como un cobro, me exige mucho esfuerzo para soportar el gran calor de Ponce. Ha sido una caminata muy larga desde la autopista 52 hasta el centro de Ponce, me han llamado loco por realizar esta caminata, pero aquí estoy siempre adelante con mi cámara en mano. Explorando la Isla del Encanto, una semana más para conocer Ponce y sus antiguas calles coloniales con hileras de coloridos ventanales y calles largas empedradas. Cuadra tras cuadra, calle tras calle, incontables filas de madera con bases de concreto y muchos lugares desolados y abandonados. De vez en cuando una persona pasa mi lado y me saluda, por lo menos me dicen adios. Me sorprende mucho esta actitud tan amable de las personas, uno ya no está acostumbrado a que un desconocido le extienda la mano y le diga hola. Pero aquí es diferente y no tardo nada en acoplarme y conversar con las personas, una felicidad de mutua de saber y ser conocido, las barreras de los países y las culturas se rompen por unos momentos y dos mundos chocan. Estos mundos no son tan diferentes entre sí, hasta me recuerdan muchas ciudades de mi México, si cerrara mis ojos podría estar bien en una calle de Cuatro Ciénegas o en otro lado. Pero ahora estoy en Ponce, conociendo y recorriendo un lugar más, esperando al fin de semana para ver que lugares nuevos Puerto Rico tiene por dar a conocer, muchos y tan poco tiempo para conocerlos.

Mar 14, 2010

Recuerdos de un día soleado

San Juan, Puerto Rico
Marzo 2010

Un largo camino por recorrer, interminables horas que pasan, minuto a minuto y segundo a segundo. Recuerdos e ilusiones que van quedando tras de mí, momentos guardados en el tiempo que ya no serán; fueron y duele cuando ya no son. La carretera es larga y mis pensamientos aún más, ni toda una carretera a la Luna podría bastar para poner mis pensamientos en orden. Una telaraña retorcida que hace preguntarme y dudar. ¿Hacia dónde es que yo voy? El camino no ha podido hacer que descubra mis respuestas y la frustración crece con cada kilómetro que recorro, cada kilómetro que voy dejando tras de mí va dejando una marca que quedará para siempre conmigo. Esto me recuerda tan solo unos instantes atrás, cuando había luz de dia...
Este maravilloso Sol con su colorido reflejo púrpura, pronto no será más que un recuerdo frio del tiempo que fué y no será más. Las nubes no tardarán en eclipsar al gigante, la lluvia pronto llenará de soledad este paraíso y no sé cuando se volverá a ver el Sol ...

Mar 12, 2010

El Acorazado

El Acorazado
Isla de Culebra, Puerto Rico

Una caminata por playa, el cielo sigue nublado y un tanto gris, aunque el Sol ya ha salido más que ayer. La claridad ha traido los detalles y descubren un tanque oxidado, olvidado en la playa, descomponiendose poco a poco; recordando lo que un día fué. Silencioso, no dice una palabra, no necesita mostrar lo que piensa; poco importa. Es y está, sencillo no se complica la existencia. Así es y no basta más explicación. El acorazado se guarda sus pensamientos y pocos saben porqué está ahí y lo que alguna vez realizó, no tiene mayor problema con el resto del lugar; nadie le pregunta nada y no tiene que dar explicaciones. Aveces me gustaría ser así, por lo menos aprender a cómo ser así en qué situación. Supongo que el título de la foto anterior sigue en pie, hoy sé más que ayer ... pero también me he dado cuenta que es necesario saber a cada segundo y a cada minuto, en cada hora. Esto es precisamente lo difícil.
Camino de un lado a otro, de una esquina a otra y me pregunto porqué razón está ahí, apuntando su cañón hacia abajo, pintado de colores, como una burla. Un símbolo conocido y uno desconocido, ¿qué representa?, ¿para quién és?, un pescado sin carne. Vaya mensaje!. Su motor está oxidado, pero todavía hay restos de el, su oruga lentamente es llevada por el mar a quién sabe dondé!. ¿Porqué tantas preguntas y pocas respuestas?, tal vez porqué así es, como él, con eso basta. Está ahí y yo también lo veo, lo puedo tocar, es real. Tal vez también a mí me lleve el mar algún dia muy lejos, como el aire me lleva ahora a lugares remotos como este, inalcanzables aveces y esta es mi vida. El viento y el mar siempre presentes, siempre juntos e inseparables; tan solo un pedazo de metal ajeno a ellos. Pronto lo reclamaran y se irá. Como tú, como yo y como todos algún dia. No me pongo triste, al contrario, me alegra mucho. Lo he visto y no lo he entendido, no lo tengo que entender, tan solo aceptarlo que está ahí y disfrutarlo.
Lejos de mi casa, lejos de mi familia, con otra familia que poco a poco he ido haciendo en otros lugares lejanos al mio. Mi hogar está esperando por mí, y allá iré; aún no se cuando, pero iré pronto. Recuerdo el lugar al que apunta el cañón, hacia el horizonte lejano confundiéndose entre el cielo y el mar. El viento finalmente me llevará allá. Camino y espero.

Mar 8, 2010

Hoy sé más que ayer ...

Isla de Culebra, Puerto Rico
Marzo 2010

Hacia tiempo que el viento soplaba fuertemente, fui yo quién no quiso ver las nubes negras que se aproximaban trayendo una tormenta devastadora. La lluvia caía lentamente y no me daba cuenta que me mojaba, el viento se llevaba las pocas gotas y las secaba rápidamente en mi cara reseca. Aún así seguí caminando, una vez que se toma el camino no hay vuelta atrás. No quería pensar en nada, tan solo quería seguir caminando, no sé porqué, quizá así sería más facil olvidar el agua fría en mis mejillas. Pagúe mi boleto, tomé mi cámara y me monte en el barco ...
Esta es la vista desde el barco aproximandose a la Isla de Culebra en Puerto Rico, la lluvía nubla todo a su paso y no deja ver claramente el Paraíso terrenal que tenemos en frente. Hice una apuesta y decidí seguir adelante, después de todo el paraíso se puede llevar en todas partes con uno siempre a la mochila. Me dicen que el Sol devela los paraísos en el Caribe, y es cierto, he vivido el paraíso en carne propia con el Sol brillando y calentando mi cuerpo, una vista algo diferente; opuesto a lo que uno llamaría Paraíso. He aquí el paraíso.
La tormenta de la noche fue mucho peor de lo que esperé, el viento soplaba muy fuerte rezonando como un tambor en mis oidos y enchinando mi piel, era frio ... muy frio y aún así es algo lindo. El se agitó de más, las olas chocaban en la orilla creando formas efímeras, que como la vida son borradas en un parpadear de ojos. Me senté a escuchar y la arena tocó mi piel, me traté de levantar, pero ésta no me dejo; quería que permaneciera un poco más. Hacía tiempo que el Sol se había escondido tras las nueve colinas y los nueve rios, la luna ocuparía su lugar, más no esta noche. Estaba decidido que así sería la noche, oscura, solo el viento retumbó y el mar hizo eco a lo lejos; una y otra vez. Un sonido casi eterno. Escuché y escuché, no había más que hacer, tan solo escuchar el sonido del Mar y el silencio de la noche perturbado por una fuerza superior a su comprensión. No hay más, no quise preguntar nada más, tan solo me limité a escuchar lo que no quería esuchar. No hay tiempo, hay que llevar el paraíso con uno, el Sol se lleva dentro y el calor también, me han hablado y he aprendido a ascuchar lo que no se puede escuchar.
Hoy es día que las nubes cubren los cielos sobre mí, tan solo que hoy sé más que ayer ...