Mar 8, 2010

Hoy sé más que ayer ...

Isla de Culebra, Puerto Rico
Marzo 2010

Hacia tiempo que el viento soplaba fuertemente, fui yo quién no quiso ver las nubes negras que se aproximaban trayendo una tormenta devastadora. La lluvia caía lentamente y no me daba cuenta que me mojaba, el viento se llevaba las pocas gotas y las secaba rápidamente en mi cara reseca. Aún así seguí caminando, una vez que se toma el camino no hay vuelta atrás. No quería pensar en nada, tan solo quería seguir caminando, no sé porqué, quizá así sería más facil olvidar el agua fría en mis mejillas. Pagúe mi boleto, tomé mi cámara y me monte en el barco ...
Esta es la vista desde el barco aproximandose a la Isla de Culebra en Puerto Rico, la lluvía nubla todo a su paso y no deja ver claramente el Paraíso terrenal que tenemos en frente. Hice una apuesta y decidí seguir adelante, después de todo el paraíso se puede llevar en todas partes con uno siempre a la mochila. Me dicen que el Sol devela los paraísos en el Caribe, y es cierto, he vivido el paraíso en carne propia con el Sol brillando y calentando mi cuerpo, una vista algo diferente; opuesto a lo que uno llamaría Paraíso. He aquí el paraíso.
La tormenta de la noche fue mucho peor de lo que esperé, el viento soplaba muy fuerte rezonando como un tambor en mis oidos y enchinando mi piel, era frio ... muy frio y aún así es algo lindo. El se agitó de más, las olas chocaban en la orilla creando formas efímeras, que como la vida son borradas en un parpadear de ojos. Me senté a escuchar y la arena tocó mi piel, me traté de levantar, pero ésta no me dejo; quería que permaneciera un poco más. Hacía tiempo que el Sol se había escondido tras las nueve colinas y los nueve rios, la luna ocuparía su lugar, más no esta noche. Estaba decidido que así sería la noche, oscura, solo el viento retumbó y el mar hizo eco a lo lejos; una y otra vez. Un sonido casi eterno. Escuché y escuché, no había más que hacer, tan solo escuchar el sonido del Mar y el silencio de la noche perturbado por una fuerza superior a su comprensión. No hay más, no quise preguntar nada más, tan solo me limité a escuchar lo que no quería esuchar. No hay tiempo, hay que llevar el paraíso con uno, el Sol se lleva dentro y el calor también, me han hablado y he aprendido a ascuchar lo que no se puede escuchar.
Hoy es día que las nubes cubren los cielos sobre mí, tan solo que hoy sé más que ayer ...

No comments: